miércoles, 23 de julio de 2014

CAPITULO 39



Estimulados por mi insistencia en volver a la ciudad, nos lleva dos horas empacar y decidir quién se va a ir con quién. 


No quería estar con Pedro, así que me saque a Moni a un lado y le di instrucciones para que German fuera con nosotras. Ahora estábamos arreglando todas las bolsas externas. Con Pedro apilando todo en el Range Rover, me
estremecí un poco, dándome cuenta demasiado tarde de que había empacado mi chaqueta de lana en el bolso, que ahora fue enterrado.


Cuando se volvió de nuevo hacia mí, se dio cuenta.


—¿Tienes frio?


—Un poco, pero está bien. Mi bolso está en el fondo, y no quiero que tengas que reorganizar todo —le contesté, estampando mi pie para mantener el calor.


—¡Oh! Eso me recuerda que tengo algo para ti —exclamó, hurgando en su bolso, que estaba en la cima. Me entregó un paquete de bultos, envuelto en un papel café.


—¿Qué es esto? —Le pregunté, cuando él se sonrojó profundamente.


¿Pedro se sonrojar? Rara vez vi eso…


—Pensaste que me había olvidado de esto, ¿verdad? —Respondió, su pelo cayendo en sus ojos un poco cuando él esbozó una sonrisa infantil. —Iba a dártelo anoche, pero entonces—


—¡Oye, Alfonso! ¡Podría necesitar un poco de ayuda por aquí! —Llamó Nicolas mientras luchaba para cargar todo el equipaje de Sofia. Ayer, éste habría sido el trabajo de German. Ahora era el de Nicolas. Ayer. Cómo había cambiado el mundo en un día.


Se apartó de mí cuando Moni y German se instalaron en el asiento trasero.


Abrí el paquete para encontrar un muy grueso, suéter irlandés muy suave. Lo saqué del papel, sintiendo el peso y la textura del tejido protuberante. Lo apreté contra mi nariz, inhalando el olor de la lana y el inconfundible de Pedro que se aferraba a él. Le sonreí en el jersey, y rápidamente lo deslice por encima de mi camiseta, admirando la forma en que se colgaba suelto y bajo, y aun así me envolvió de una
manera reconfortante. Me volví para ver a Pedro que me miraba desde arriba en el camión de Nicolas. Sonrió mientras me giraba hacia él.


—Gracias. —musité.


—De nada. —musitó de vuelta.


Le di a mi suéter largo y profundo respiro, esperando que nadie se diera cuenta.





* * * * *



EN EL INTERIOR DE UN RANGE ROVER NEGRO de camino de regreso a San Francisco…


Paula: Está bien, puedo hacer esto… Son solo unas pocas horas hasta la ciudad. Puedo ser la persona más grande aquí. Puedo actuar como si él no hubiera hecho un alto ante el pensamiento de ver mis tetas anoche… ¿Y qué demonios? ¿Qué hombre dice que no a las tetas? Quiero decir, son unas tetas geniales. Estaban empujadas hacia arriba y apretadas, y estaban mojadas, por el amor de Cristo… ¿Por qué no quiso mis tetas? Paula, solo cálmate… solo sonríele y actúa como si todo estuviera bien. Espera, está mirando hacia mí.
¡Sonríe! Está bien, me devolvió la sonrisa. Estúpido rechazador de tetas… Quiero decir, ¿qué pasa con eso? ¡Y él estaba duro!



Pedro: Ella me está sonriendo… puedo devolverle la sonrisa, ¿verdad? Quiero decir, estamos actuando de forma natural, ¿cierto? Vale, hecho. Espero que pareciera más natural de lo que se sentía.
Jesús, quién sabía que un suéter gigante puede verse tan bien en una chica… Pero todo se ve muy bien en Paula—especialmente ese bikini verde. ¿De verdad la rechacé anoche? Dios, hubiera sito tan fácil solo… Pero entonces no pude. ¿¿¿Por qué no podía??? Jesús, Pedro. Bueno, estábamos borrachos… Corrección, ella estaba borracha. ¿Se habría arrepentido de ello? Podría hacerlo. ¿Podía correr el riesgo? Podría haber sido un poco desastroso… ¿O era las chicas? No debería hacerles eso a las chicas tampoco. Pero ni siquiera está funcionando realmente bien con las chicas estos días, ¿no es así? Huh, no pensé en ellas ni una sola vez este fin de semana… porque no podía dejar de pensar en Paula. Ella me está mirando otra vez… ¿De qué demonios vamos a hablar durante todo el camino de vuelta a la ciudad? German ni siquiera está prestando atención. Bastardo. Le dije que tenía que ayudarme…
Está ayudándose a sí mismo con un puñado de Moni. Casi lamento que Paula y yo trabajáramos tan duro para juntarlos. Hmm… Paula y yo… Paula y yo en un jacuzzi donde los bikinis están prohibidos… Jesús, espera un minuto —Sí, ahora tengo una semi…


Paula: ¿Por qué está retorciéndose de esa manera? Jesús, ¿tiene que hacer pis? Tal vez yo tengo que hacer pis. Quizás sería un buen momento para sugerir hacer una parada para hacer pis… Luego puedo coger a Moni y asegurarme de que ella sabe que la razón por la que están yendo con nosotros no es para que puedan chuparse la
cara todo el camino, sino para actuar de interferencia por mí con el Señor Asustado de las Tetas por allí. Está bien, solo pídele que se detenga en la siguiente gasolinera. Vaya, realmente tengo que hacer pis, supongo. Espero que esta gasolinera tenga Gardetto’s*.



Pedro: Gracias a Dios ella quería parar. Ahora puedo ajustarme sin parecer un pervertido… Oh, ¿a quién estoy engañando? Soy un pervertido. Estoy montado en un coche con una mujer que estaba montada a horcajadas sobre mí anoche y solo el pensamiento hace que me ponga duro. Pervertido, pervertido, pervertido. Espero que la gasolinera tenga Gardetto’s.


Moni: ¡Ooh! ¡Vamos a parar! ¡Espero que esta gasolinera tenga chicle!


German: Oh, hombre, ¿vamos a parar ya? No vamos a volver a la ciudad antes del anochecer. Moni quiere que vea su casa, y estoy realmente esperando que eso signifique andar desnudos y permitirme ver… Espero que esta gasolinera tenga condones.


Paula: Está bien, podrías haber manejado esto un poco mejor.Moni sugiriendo que tú y Pedro dividierais una bolsa grande de Gardetto’s no era la gran cosa. ¿Estoy un poco sensible hoy? Sí, supongo que lo estoy… Pero sé que es un hecho que Pedro estaba mirando mi culo mientras me alejaba del coche. ¿Por qué diablos está mirándome el culo ahora? Anoche no quería ni echar un vistazo debajo de mi bikini. ¿Es él realmente tan complicado? ¿Por qué demonios está mirándome? Está extendiendo su mano. Quédate quieta, Paula, quédate quieta… Oh, semillas de sésamo en mi barbilla. Bueno, si no estuvieras mirando mi boca, Sr. Mensajes Enrevesados, ni siquiera te habrías dado cuenta. Nunca conseguirás esta semilla de sésamo ahora, amigo. ¡Maldita sea! ¿Por qué este suéter tiene que oler tan bien? Espero que no se haya dado cuenta de que he estado olisqueando este suéter todo el camino.


Pedro: Ella está sorbiendo por las narices continuamente hoy. Espero que no haya cogido un resfriado. Pasamos demasiado tiempo fuera este fin de semana… No me gustaría que cayera con algo. Ella acaba de sorber por las narices otra vez. ¿Debería ofrecerle un pañuelo de papel?


Moni: Destrozada, Paula. Sé totalmente que estabas olisqueando el suéter.


German: Me pregunto si Moni tiene algo más que goma de mascar.
Espero que no me viera comprando esos condones. Quiero decir, no quiero ser presuntuoso. Pero definitivamente quiero estar debajo de ella otra vez en algún momento muy, muy pronto. Quién sabía que alguien tan pequeño podía ser tan fuerte… y ahora estoy duro.


Moni: German Hall… Moni Reyes Hall… Moni Hall… Moni Reyes-Hall…


Paula: Vale, Paula, momento de tener esa difícil conversación— contigo misma. ¿Por qué exactamente te arrojaste sobre Pedro anoche? ¿Fue el vino? ¿Fue la música? ¿El vudú? ¿Fue la combinación de todas esas cosas? Vale, vale, no más mierda. Lo hice porque…
porque… Joder, necesito más Gardetto’s.


Pedro: Ella es tan bonita. Quiero decir, hay bonita y luego bonita…
Qué idiota soy. Que mierda bonita—ella es hermosa… coño… y huele bien… coño… ¿Por qué algunas chicas solamente huelen mejor?
Algunas chicas huelen como a mierda floral, afrutada. Quiero decir, ¿por qué algunas chicas quieres oler como un mango? ¿Por qué debería una chica oler como un mango? Quizás si pienso en la palabra mango lo suficiente no pensaré sobre coños más. Paula… mango… Paula… coño… ¡Dios! Y ahora estoy duro…


Paula: Él parece como si necesitara mear otra vez… Está bebiendo demasiado café. Ha tomado como seis tazas ya de ese termo. Eso es divertido… Nunca toma una segunda taza en casa. ¿Por qué demonios sé yo cuántas tazas de café bebe? Asúmelo, Paula, sabes tanto sobre él porque… porque…


German: Amigo, ¿vamos a parar de nuevo? Nunca vamos a llegar a casa. Mi chico está teniendo algunos problemas serios hoy…
Probablemente debería ver si quiere tomar una cerveza o algo cuando regresemos—en caso de que quiera aclarar lo que realmente pasó anoche. ¿Debo ofrecerme? Guau, Moni tiene un aspecto estupendo en esos pantalones… Me pregunto si está comprando más chicle.


Moni: ¡Deja de olisquear tu suéter, Paula! En serio, chica. Si
pudiera cogerla a solas… Bueno, Pedro parece estar cojeando hacia el baño de hombres. Puedo conseguirla a solas por la carne seca.


Paula: Ugh… no puedo creer que Moni supiera que estaba
olisqueando el suéter. Me pregunto si Pedro se dio cuenta.


Pedro: Ella parece mejor… no está sorbiendo por las narices más.


Moni: Tengo que mandarle un mensaje a Sofia. Tiene que saber que la situación Paula/Pedro no está yendo para nada a mejor.
¿Qué demonios vamos a hacer con estos dos? Quiero decir, en serio… a veces la gente no puede ver lo que tiene justo enfrente de ellos.
Aawww…German quiere que le rasque la espalda. Le adoro… Y maldita sea, sus dedos son tan largos…


German: Mmmmm… otra vez… rasca… otra vez… rasca… Mmmm…


Paula: Está bien, no más negación en tu propia cabeza, Chaves.
Y ahora lo digo en serio porque estoy usando mi apellido. Ahora escúchame, Chaves… Heeheehee… ¡Sueno como una auténtica idiota!


Pedro: Así que… ¿ella se está riendo? Dentro de una broma, dice. Así que tal vez está bien con cómo está yendo esto—oops, cogí la bolsa de Gardetto’s equivocada. ¿Acaba de gruñirme?


Paula: ¿Rechaza mis tetas y luego intenta robarme mis Gardetto’s?
Creo que no, amigo. Vale, Chaves, no más risitas. No puedes evitar esto para siempre, ni siquiera en tu propia mente. Aquí están las preguntas sobre la mesa: 1. ¿Por qué te lanzaste sobre Pedro anoche? Y no tienes permitido culpar de ello al alcohol ni a la música ni al ambiente de las vacaciones ni a los Nervios ni al Corazón ni a nada. 2. ¿Por qué te rechazo? Si él no quería ir ahí, ¿por qué ha estado coqueteando contigo durante semanas, y no solo del modo vecino? Tiene un harén, por el amor de Dios. No es ningún puritano.
¡Arg! 3. ¿Ser rechazada por Pedro tiene algo que ver con la cita que acordaste con James? 4. ¿Cómo demonios vamos Pedro y yo a volver a ser solo amigos cuando conocemos cómo sabe en interior de la boca del otro? Y su sabor es muy, muy, muy bueno. Está bien, sí.
Puedes olisquear el suéter una vez más—solo no permitas que nadie te vea.


Pedro: Tengo que resolver esta mierda con Paula. Ella es tan genial, y quiero decir tan genial… ¿Ha habido alguna vez una mujer que poseyera cada una de las cualidades que he estado buscando?
Excepto por Natalie Portman, por supuesto. ¿Pero Paula? Tengo de dejar de ver tantos dramas televisivos—Me refiero a que, qué clase de tío en su sano juicio piensa en frases como: “¿Ha habido alguna vez una mujer que poseyera cada una de las cualidades que he estado buscando? Espera, ¿He estado buscando a esa mujer? No, no lo he hecho. No tengo tiempo para eso, espacio para eso—y mis chicas no quieren cercas blancas*. Se mantienen alejadas de las cercas blancas. Paula dice que no es una chica de cercas blancas…
Katie encontró su cerca blanca y estoy contento por ella. ¿Cuándo fue la última vez siquiera que hablé con Nadia o Lizzie? Quizás ellas no son lo correcto para mí más.
No las quiero de la manera en que debería querer… podría querer a Paula. Eres un maricón,Alfonso…Jesús, Paula—ella es una jodida conservadora… Espera un minuto.
¿Qué demonios? ¿De verdad estás planteándote la idea de una…tragar saliva… relación? ¿Y por qué mierda en verdad pensé en las palabras “tragar saliva”? Eso fue un poco dramático, Alfonso. Vamos, piensa en ello… si recuerdo correctamente, ¡la invitaste a España! No huyas de ello. Amigo, ¿en serio acaba de olisquear el suéter?
*(Cuando menciona las cercas blancas hace referencia a sentar la cabeza)



German: Mmmmm… a mi chica le gusta la carne seca—¿podría ser más afortunado? Me rasca la espalda y come carne seca. Tengo que haber muerto e ido a algún lugar como el cielo.


Moni: No puedo creer que él se comiera toda mi carne seca. Qué memo. Heehee.


Paula: La pregunta 1 es demasiado difícil. No puedo empezar con esa. Las responderé en orden inverso. 4. No sé si podemos ser amigos, pero en realidad yo quiero serlo—y no de la forma falsa.
Realmente me gusta Pedro, incluso aunque lo que sucedió anoche fue una auténtica mierda, creo que podemos resolver esto… Y me gustaría tener un poco de lo que sea que estoy fumando. 3. ¡POR SUPUESTO QUE ACEPTÉ SALIR CON JAMES POR LO QUE SUCEDIÓ CON PEDRO! Es curioso cómo se van sacando a la luz todas las tapas en mi cabeza. 2. Si supiera por qué me rechazó sería un jodido genio. ¿Mal aliento? No. ¿Por qué estaba borracha? Posiblemente… pero si fue porque estábamos borrachos ese fue el peor momento para caballerosidad en la historia del universo. Él siguió diciendo “No puedo” y “Esto es un error”. Ahora, error tal vez. Pero podría haber valido la pena… ¿Tal vez solo le estaba siendo fiel a su harén? Lo que de un modo extraño es bastante dulce. Sé que él realmente se preocupa por ellas. Maldita sea, ¡él es incluso genial se viene con ellas! Pero sé que “no puedo” no era exacto. “No puedo” implica algún tipo de disfunción eréctil. Y yo sentí esa cosa contra mi muslo.
Suspiro. Suspiro por el muslo. Este suéter está haciéndole cosas a mi cabeza. Olfatear…


Pedro: Acaba de olisquear otra vez—¿por qué sigue haciendo eso?
Cuando me lo puse no noté que oliera a nada que no sea lana. Las chicas son extrañas… extrañamente maravillosas… Coño… Coño de Paula… Yyyyyy, estoy duro. ¿Por qué demonios estoy pretendiendo todavía que no estoy total y completamente loco por esta chica? Y no tiene nada que ver con su coño… y ahora estoy más duro.


Paula: Deja de intentar evitar la respuesta a esta pregunta.
¡Afróntalo! ¿Por qué te lanzaste sobre Pedro, olvidándote de la amistad, el harén, la sequía de O y todas las buenas razones que tenías para mantenerte alejada de él y su vudú de Wallbanger?
Vamos, Paula. Aspira y dilo. ¿Qué fue lo que dijo cuando le
preguntaste por qué te había besado esa noche que os conocisteis?
“Porque tenía que hacerlo!, Jesús, incluso en mi cabeza suena increíble diciendo eso… Ahí tienes tu respuesta, 
Paula: porque tenías que hacerlo. Y ahora tienes que descifrar esta mierda. Le besé y él me besó porque teníamos que hacerlo. Y las decisiones que tomamos eran nuestras y solo nuestras… ¿Y el hecho de que él se detuviera y dijera que no podía? ¿Incluso después de todas las semanas de ridículos coqueteos? ¿Después de invitarme a España?
¡España, joder! ¿Y quiero ir a la jodidamente maravillosa Espa…?
Espera, ¿quiero ir a España con él? España duele. ¡Argh! De cualquier modo, más vale que tenga una maldita buena razón porque joder, soy atractiva—Con O o sin O—soy jodidamente atractiva. Sí, lo eres, Chaves. Es extraña la forma en que vas y vuelves entre la primera y tercera persona durante tus monólogos internos, aunque… Gracias
a Dios, ¡El Bay Bridge! Suficiente introspección…


Pedro: Mierda, el Bay Bridge. Estamos casi en casa y no tengo ni idea de cómo va esto con Paula. Apenas hemos dicho nada en todo el camino—aunque estoy contento de estar casi en casa. Huelo a carne seca y necesito masturbarme como no creerías…


Moni: ¡Vaya! ¡El Bay Bridge! ¡Me pregunto si a German le importará pasar la noche en mi casa!


German: Gracias, joder, el Bay Bridge. Casi estamos en casa. Me pregunto si Moni sabe que voy a pasar la noche en su casa—y pensando en hacerla llamar al trabajo mañana para decir que está enferma. Niña, las cosas que planeo hacerte… Pero nunca voy a comer tanta carne seca otra vez. Este ha sido el viaje por carretera más silencioso jamás visto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario