Paula ha empezado una nueva vida. Acaba de llegar a San
Francisco con su gato Olaf para trabajar como diseñadora de
interiores. Con lo que no contaba es que esta excitante
experiencia incluiría a su vecino, Pedro, de quien le separa
únicamente unas paredes tan finas como papel de fumar. Noche
tras noche, Pedro y sus «amigas» la despiertan con ruidos
escandalosos... No solo oye la cama golpeando rítmicamente la
pared sino también los gritos de éxtasis. Lo peor de todo es que
esta situación no hace más que recordarle que está en dique
seco... Pedro «el seductor» la obsesiona hasta tal punto que,
después de haber sido testigo de una sesión particularmente
apasionada, decide tomar cartas en el asunto. Pero no esperaba
sentirse atraída por ese delicioso y exasperante semental... Pronto
serán sus fantasías lo que la mantendrán en vilo.
Una mezcla deliciosa de humor, erotismo y situaciones
absurdamente exasperantes
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