Me paré en el vestíbulo de Claremont, mis ojos captando cada detalle: el escritorio de registro creado completamente de madera recuperada. El piso original de mármol restaurado, pulido, y brillando. El reemplazo de la instalación de arte. Y la vista a la bahía mientras el sol emitía su último rayo de luz sobre el agua, haciendo todo centellar y brillar.
Había nerviosismo en los últimos minutos de actividad, con meseros apresurándose de un lado a otro, torres de champaña comenzando a fluir, y los primeros invitados comenzando a llegar. Eché una última mirada alrededor,
comprobando que todo estuviera bien, y traté de cambiar mi cerebro de Planear.
Esto a Disfrutar Esto. Era tiempo levantar un poco mis tacones y bailar con ellos sobre el piso de mármol.
Este proyecto entero fue abrumador, estresante, incluso un inductor de canas, pero también fue el más gratificante, fructífero, y el mejor ejemplo de lo que yo podía hacer. Y lo hice por mí misma. Eso dice algo.
Y lo que decía ahora era que tenía que conseguir una copa de champán, brindar por tu maldito yo, y santa mierda, ¡Max Camden se hallaba aquí! ¡Llegó temprano!
Alisé mi vestido, tomé una respiración profunda, y me apresuré a bajar las escaleras para saludarlo.
- Señor Camden, buenas noches.
- Buenas noches, Paula. ¿Estás lista para exhibir nuestro pequeño hotel? - preguntó, sacudiendo mi mano . -Creo que he llegado temprano, caminaré por el lugar de nuevo, antes de que todo se vuelva demasiado agitado.
- Maravillosa idea, señor. ¿Le gustaría algo de compañía?
- No, gracias. Siempre hago esto solo justo antes de que abramos una nueva propiedad. Me permite apasionarme un poco.
- Por supuesto - dije, mientras lo veía caminar pasando el área de recepción y bajar por uno de los corredores.
Siempre era un poco difícil, dar vueltas en un espacio una vez se encontraba lleno. Pero este trabajo estaba terminado.
¿Qué podría ser lo siguiente?
Siempre era un poco difícil, dar vueltas en un espacio una vez se encontraba lleno. Pero este trabajo estaba terminado.
¿Qué podría ser lo siguiente?
-Paula - escuché detrás de mí, y giré para ver a Josefina, acompañada por Benjamin.
La saludé con un beso en cada mejilla. - Voy a vomitar. Eso es normal,¿cierto?
- Perfectamente. Me preocuparía por ti si no te sintieras así. Recuérdame decirte acerca de la primera vez que organicé una fiesta de lanzamiento como esta. Solo diré que nunca utilizaré una fuente con hornilla de nuevo.
Ahogué una risa y me giré hacia Benjamin. - Hola, Benjamin - dije ruborizándome mientras se inclinaba por sus besos en la mejilla. Él era solo una vista tan fantástica.
- Paula, luces adorable como siempre.
- Oye, nena, ¿por qué te encuentras tan rosa?
Me giré y admiré a Pedro. Traje gris oscuro, corbata negra, bien afeitado, maravillosos mandíbula y pómulos. Y una sonrisa de superioridad,no olvides la sonrisa de superioridad. Él sabía que tuve un enamoramiento de colegiala por Benjamin.
- Oh, cállate.- Lo silencié, dejando que sus fuertes brazos me atraparan fuertemente contra él. Besé su nariz y sus ojos bailaron.
- Entonces, ¿podré tener un tour privado?
- Semiprivado. Creo que esperaré hasta que las chicas y German lleguen, luego te llevaré alrededor para mostrarte un poco.
- Parece increíble hasta ahora, no puedo esperar. - Tomó mi mano y la apretó .- Estoy tan orgulloso de ti.
Resplandecí.
Y luego fungí de anfitriona. Los invitados comenzaron a llegar más rápido, fotógrafos pululaban alrededor, y necesitaba asegurarme que todo fuera fluidamente. Saludé con la mano a Moni y German cuando llegaron, y cuando
Sofia arribó algún tiempo después, me tomé un rápido momento para un trago de champán y una palmada en el trasero. No podía evitarlo, ella lucía impresionante.
Todos mis amigos se hallaban allí, y cuando Max Camden propuso un brindis por Diseños Josefina y un poco más específicamente por mí, me encontraba contenta de tenerlos a todos aquí conmigo. Era un gran momento, nene, y en los grandes momentos, quieres que toda la gente que amas esté alrededor tuyo.
La noche era perfecta y adorable, y dentro de la conversación entre varios reporteros y posar para fotógrafos, me mezclé con muchos de los propietarios de negocios locales, quienes se hallaban deleitados de descubrir que ahora yo era una residente. Era un buen sentimiento, comenzar a pertenecer a una comunidad tan unida como Sausalito. Adoraba este lado de la ciudad y podía verme estableciéndome aquí en los años por venir.
Estableciéndome. No instalándome. Gran diferencia.
Reí con mis amigos, me di el gusto de más de una copa de champán, y me hallaba casi lista para declarar la noche un éxito. Pero mientras conversaba con el alcalde acerca de cuan hermoso era el hotel, en cuan altas eran las
expectativas para los nuevos negocios que podría generar, vi a un cierto comentarista deportivo entrar en el vestíbulo, escanear a las pelirrojas de piernas largas, y centrarse en la más caliente chelista de la Costa Oeste.
Continuando con una pequeña charla mientras canalizaba a Moni telepáticamente (podría funcionar), vi a Sofia y Nicolas encontrarse en medio del vestíbulo. Y comenzar a discutir.
En voz alta.
Me disculpé con el alcalde y rápidamente caminé a través del concurrido vestíbulo, donde una producción de la película Take Me to Petty Town tenía lugar.
- Aún no puedo creerte. Es como hablar con una pared de ladrillos.
- Aún no puedo creer que no entiendas que nunca te hallarás contra esta pared de ladrillos de nuevo.
- Es como discutir con una niña.
- ¿La misma niña que te llamó y tuvo que escuchar a alguna mujer contestar el teléfono? ¿Riendo tontamente?
- Mi madre no ríe tontamente.
- Oh, por favor, ¿esperas que crea que era tu madre?
- ¿Por qué crees que intenté llamarte de vuelta?
- No me importa. Te odio.
- ¡Suficiente! siseé, y agarre a ambos por los codos. Dirigiéndolos detrás de los bocadillos petit fours, me giré hacia ambos y lo deje salir .- Ya es suficiente. Estoy cansada de escucharlos a ambos pelear; es sencillamente
ridículo. No aquí, no ahora, y nunca de nuevo. Todos somos amigos, y vamos a continuar siendo amigos, y ¡estoy harta de que ustedes dos idiotas hagan miserables a todos los demás! Entonces terminen con esto… ambos. - Terminé
de golpe.
Mientras me giraba para alejarme pisoteando escuché a Nicolas decir :
-Cielos, no tenía por qué gritarnos. - Lo que fue seguido rápidamente por un : - Lo sé, ¿cierto? - De Sofia.
Capturé a Moni tratando estirarse sobre los petit fours y le dije que los dejara solos - no más interferencias.- Resopló un poco, pero rápidamente abandonó su plan cuando German le pidió bailar.
Todos bailaban. Contratamos una gran banda que tocara para la fiesta, lo viejo con lo nuevo. Y mientras tomaba un poco de champán en medio de un precioso hotel que yo diseñé, sentí un golpecito en mi hombro. Sabía que era él.
Mi piel me lo dijo.
- ¿Glen Miller?- pregunté, girándome.
- Podría haberlo pedido.- Sonrió .- Serenata a la Luz de la Luna. Se deslizó sobre la pista de baile, y me dejé llevar misteriosamente por mi Wallbanger. Me sostuvo cerca y mientras la luz de la luna irradiaba a través de las ventanas abiertas, suspiré en sus brazos. Satisfecha.
Hasta que Marisa me golpeó suavemente en el hombro y me dijo que teníamos un problema.
Disculpándome con Pedro, la seguí hacia atrás del área de recepción. Su cara era rojo remolacha y llena de disculpas mientras farfullaba y tartamudeaba intentando decirme qué pasaba. Todo lo que pude conseguir de ella fue “armario de abrigos”.
- ¿Cuál es el problema? ¿Está lleno? Podemos usar uno de los cuartos de invitados en este piso. Solo pídele al conserje que vuelva a... ¡Oh!
Abrí la puerta del armario de abrigos y vi algo que nunca debí ver.
Impreso dentro de mis retinas para siempre se hallaba la imagen de Nicolas y Sofia en una pila de pieles. Yendo a eso como bueno, te lo imaginas.
- ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí! - gritaba Sofia. Ella debería: Nicolas tenía… Hmm, como podría poner esto?
¿Alguna vez has visto un caballo Clydesdale?
Como digo, nunca debí ver eso.
La suerte quiso esto, ellos “terminaron” mientras me hallaba allí parada, mi mandíbula en el piso al lado de la chaqueta de él y la ropa interior de ella.
Salí, cerré la puerta y mientras ellos disfrutaban de su post-orgasmo del otro lado, di instrucciones a Marisa para mantener a todo el mundo lejos por al menos cinco minutos.
Y que cualquier factura de limpieza debería ser enviada directamente a Nicolas en la NBC.
Jajajajajajajaja es genial esta novela, me re divierto y más con Olaf, todo un personaje.
ResponderEliminarQ buenos capítulos!!! Es muy divertido! Ya se arreglaron Nicolás y Sofía, pero quiero q aparezca Olaf!!!!
ResponderEliminarJajaja buenisimo,me encanto!!!
ResponderEliminar